viernes, 29 de marzo de 2013

Meditación ¿servirá para las arritmias?





Cuando leí el libro Anticáncer, de Servan-Schreiber (ver entrada) en el que el autor utiliza, y justifica, la meditación como una técnica importante para el control del estrés  y de ayuda en los procesos neoplásicos, me convencí de que debía probar esta técnica, ya que podría ayudarme, sino a controlar, sí a sobrellevar mis futuros problemas con la fibrilación. Como se verá, la meditación influye en el ritmo cardiaco y en la actitud mental de enfermos, aspectos ambos muy relacionados con las causas o síntomas de la fibrilación auricular, por lo que mi interés en la técnica resultó evidente. En este post daré mi visión sobre la meditación, una visión personal fruto de mi propia experiencia y por tanto subjetiva y sesgada en aquellos comentarios no soportados por las evidencias.

Durante muchos años, sobre todo en mi época de estudiante universitario, había estado familiarizado con la filosofía budista y los textos sobre la educación de Jiddu Krishnamurti. Sin embargo, pese a las numerosas referencias a la meditación que había en mis lecturas, nunca había considerado su práctica.  Entonces, al igual que para mucha gente, meditar era lo mismo que rezar.   Meditar tiene una connotación negativa para muchos, como he podido comprobar varias veces, que la entienden como algo relacionado con sectas, control mental,  monjes orientales o religiones oscuras.

Meditar es simplemente un ejercicio mental que consiste en practicar el control de los pensamientos, evitando en lo posible que la mente divague en lo que ella quiere, forzándola continuamente hacia los pensamientos o rutina mental que nosotros queramos. De alguna forma, meditar  “es el esfuerzo de pensar en no-pensar”, aunque tampoco es exactamente así, como luego explicaré. Aparentemente  el ejercicio parece una chorrada, ahora bien, si cualquiera no iniciado lo intenta, es decir, si te sientas cómodamente en una silla, cierras los ojos para evitar distracciones y te planteas, por ejemplo, no pensar en nada durante 15 o 20 minutos, enseguida comprobarás que al cabo de muy poco tiempo, segundos o unos minutos, tu mente está pensando en algo. Para ayudarte a seguir probablemente decidas pensar en algo, por ejemplo concentrarte en la respiración (una de las técnicas más utilizadas), así que decides que tu mente se concentre en observar como inspiras, como detienes unos segundos la respiración y como espiras, y así respiración tras respiración, pero tu mente, tarde o temprano, va a irse a pensar algo diferente, entonces tu esfuerzo debe ser el de obligar que la mente vuelva al ejercicio que has decidido. Esta forma de meditar, con este u otro ejercicio similar, es la que todos practicamos cuando empezamos. 

Con el tiempo y la práctica, y sobre todo incorporando sutiles matices en la forma de ejecutarla, la meditación empieza a interiorizarse, los ejercicios cambian, y según tu fuerza de voluntad, tu sensibilidad espiritual, incluso religiosa, el esfuerzo va transformando tu mente de forma que se produce un auténtico “reset” mental cuando meditas. Lo más común es que al terminar la meditación tengas la sensación de que tu mente está mucho más tranquila y despreocupada, y eso suele acompañarse de una sensación placentera, de intensidad muy variable en cada persona.

Aunque la meditación suele estar comúnmente rodeada de connotaciones religiosas, esotéricas o incluso “sectarias” como antes comenté, la verdad es que la práctica en sí misma es neutra y objetiva, o como dice Bodian en Meditación para dummies, “no tienes que abrazar un culto ni bautizarte, ni tampoco tienes que abandonar tu vida cotidiana ni correr a un monasterio en el Himalaya. Sencillamente necesitas practicar meditación con regularidad, sin tratar de llegar a ninguna parte ni alcanzar nada”

Hay dos grandes familias de técnicas meditativas, una es la del ejemplo anterior,  basada en la concentración (concentrarse en la respiración, en una oración o “mantra”, en una imagen, etc.). La otra familia de técnicas está basada en la presencia consciente, es decir, prestando atención a todo lo que te rodea y ocurre, que en definitiva es concentrarse en lo que piensas o haces en cada momento. 

El primer grupo de métodos, el de la concentración de la mente en aspectos puntuales como la respiración o la oración, es el que más  utilizan las escuelas de origen hindú. Por poner unos ejemplos, es la técnica que utilizan los seguidores de la MeditaciónTrascendental o los seguidores de Paramahansa Yogananda,  base de los centros Ananda de meditación donde la meditación, y no los ejercicios yóguicos, es el fuerte de su actividad. Este método de meditación es el que parece dominar en grupos religiosos, donde el culto a divinidades y la creencia en la otra vida, en la reencarnación, o en prácticas esotéricas e incluso mágicas suelen ser parte importante de su liturgia. En estos métodos, el que medita debe esforzarse en mantener la concentración en un acto concreto (ej. como entra y sale el aire en la respiración) o en una imagen o un mantra, y el esfuerzo está en volver una y otra vez a dicho objetivo cada vez que la mente se despiste y piense en otra cosa.

El otro grupo de métodos, más centrados en la atención o presencia consciente de lo que rodea al que medita, es el que utilizan preferentemente  las escuelas de base budista. Un representante hindú de este método fue  Jiddu Krishnamurti, pero la mayoría de centros que se basan en la meditación zen u otras escuelas de budismo suelen utilizarla. Estas escuelas suelen tener una base importante de ateísmo y sus métodos han hecho buenas migas con la psicología occidental, más laica y menos esotérica. Para esta escuela, la meditación es casi sinónimo de lo llamado “presencia plena”, que ahora se ha puesto de moda como “mindfulness”, es decir, meditar es estar totalmente concentrado en lo que se hace en cada momento y el esfuerzo mental es precisamente ese, concentrar la mente en la acción de cada momento (p.ej. si se está comiendo una fresa, concentrarse en su sabor, textura, masticación, etc., Si se está corriendo, centrarse en todo lo que se ve mientras se corre volviendo a dicha actividad cada vez que la mente se despiste en sus propios pensamientos).

Debo aclarar que la dicotomía que he establecido es una burda sobresimplificación ya que los dos métodos pueden ser empleados en mayor o menor medida tanto en las escuelas teístas como en las budistas y hay una gran diversidad de aproximaciones, variaciones, mezclas y sutilezas de interpretación en todas las escuelas de meditación, me atrevo a decir que casi tantas como profesores las imparten.

Aunque posiblemente válida para la mayoría de la gente, creo que la meditación tampoco sirve para todo el mundo. Mi sensación (totalmente subjetiva), es que hay ciertas personalidades, o patologías, para las que la meditación es una excelente herramienta y otras a las que no le sirve de nada y que no obtienen ningún beneficio. Si obviamos a aquellos a los que no les interesa nada mejorar su bienestar físico o mental, (y mucho menos espiritual, y por tanto la meditación les parezca algo tan esotérico como leer un libro), creo que aquellas personalidades muy racionales, con mentes muy organizadas, con alto nivel de concentración en su vida cotidiana, o con bajo o escaso carácter espiritual o sensibilidad, puede que no encuentren en la meditación ningún interés. Sin embargo mentalidades menos racionales, con más sensibilidad o espiritualidad, personalidades complejas, o personas con alguno de los numerosos problemas que la meditación parece ayudar a controlar, pueden utilizarla como una herramienta importante.

Insisto, no obstante, que la meditación está comúnmente rodeada de discursos espirituales, seudoespirituales religiosos y esotéricos que animan, pero también pueden desanimar, a mucha gente a practicarla. En función de las creencias, de la personalidad, y de lo que se quiera resolver, cada uno debe buscar su método y su “escuela” base, no todos los métodos  y las “parafernalias” que les rodean sirven para todo el mundo.

Se medite o no, lo cierto es que la práctica de la meditación ha demostrado durante décadas tener  efectos sobre la salud física y mental, y esos efectos han sido comprobados científicamente. Stephan Bodian (Meditación para dummies), resume algunas evidencias de los casi 600 artículos de investigación que se han publicado hasta la fecha (ver un listado de referencias en http://www.tm.org/research-on-meditation, la mayoría sobre la Meditación Trascendental).

La meditación ha demostrado científicamente tener una serie de beneficios fisiológicos:

- Disminución del ritmo cardiaco: Los estudios demuestran que el ritmo cardiaco disminuye  durante la meditación ente 2-3 y 15 latidos por minuto, siendo mayor en meditadores expertos. Al mismo tiempo el rendimiento cardiaco aumenta hasta el 15%.
- Disminución de la presión sanguínea (control de la hipertensión). La presión sistólica disminuye de forma regular hasta en 25 mmHg (en individuos normales o moderadamente hipertensos)
- Mejor capacidad para recuperarse del estrés: la meditación hace disminuir la concentración de cortisol hasta en el 25% en los practicantes expertos y de lactato hasta en el 33%
- Cambios en las ondas cerebrales (disminución de las ondas beta, asociadas con el pensamiento) y aumento de las alfa, delta y gamma (relacionadas con la relajación profunda y mayor actividad mental)
- Mayor sincronización de los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro (mayor creatividad y velocidad de pensamiento)
- Disminución de ataques cardiacos  y mayor longevidad: Los practicantes de meditación viven por término medio ocho años más que quienes no la practican, con el 30% menos de fallos cardiacos y el 50% menos de muertes por cáncer.
- Reducción de niveles de colesterol: se reduce la concentración de colesterol sérico hasta en 30 mg/dL.
- Disminución del consumo de energía y de la necesidad de oxígeno: la meditación reduce hasta el 55% el consumo de oxígeno, reduce la eliminación de dióxido de carbono hasta en un 50% y la frecuencia respiratoria de 14-16 respiraciones por minuto hasta tan solo 1-2.
- Menores gastos médicos: los meditadores tienen un 74% menos de hospitalizaciones, el 55% menos de visitas ambulatorias y el 63% menos de gastos médicos respecto de grupos control no meditadores.
- Aumento de la materia gris en las regiones asociadas con la atención, la memoria, gestión del estrés, empatía e integración emocional, y reduce la amígdala, foco del estrés y la ansiedad en el cerebro.
- Reducción de la activación del dolor. El cerebro de los meditadores registra menos sensación de dolor y lo procesa de una forma que lo hace más tolerable (reducción de un 57% de los estímulos dolorosos y de un 40% en intensidad en los grupos meditadores frente al control)
- Mejora de la conectividad cerebral y el deterioro asociado a la edad: Los meditadores tienen más fibras de materia blanca (relacionada con la conectividad cerebral) y más densas y aisladas que los no meditadores, y su deterioro con el envejecimiento era inferior.

Beneficios psicológicos:
- Más felicidad y paz mental
- Mayor goce del momento presente (incremento de la presencia plena)
- Menor volubilidad emocional, menos emociones negativas y cambios drásticos del humor.
- Relaciones sociales más armoniosas y amorosas
- Aumento de la empatía
- Creatividad y autoactualización realzadas
- Mayor sensibilidad y claridad perceptiva
- Reducción de la ansiedad aguda y crónica
- Reducción de la mente errática y fantasiosa.
- Complemento de la psicoterapia y otros enfoques en el tratamiento de la adicción.
Para iniciarse en la meditación hay una ingente cantidad de libros y recursos de todo tipo y para todos los gustos, no hay más que dirigirse en cualquier librería a las secciones de Autoayuda, Religión, Esoterismo o, menos frecuentemente, de filosofía. A mí, agnóstico, con mentalidad científica y alto grado de escepticismo, pero con acusada sensibilidad, me han resultado particularmente interesantes los siguientes (dentro de mi exiguo conocimiento sobre todo lo publicado):

- Osho  es un autor muy prolífico que tiene publicados varios libros sobre meditación, algunos son bastante “rollo” desde mi punto de vista, en uno titulado: Meditación. La primera y última libertad, por lo menos entra en las técnicas y detalles de las mismas.

- Juan Manzanera. El placer de meditar. Ed. Dharma. Más de la mitad del libro es una interesante introducción al budismo, en la segunda mitad indica diferentes métodos y prácticas de meditación.

- Stephan Bodian. Meditación para dummies. Ed. Norma. Su planteamiento es muy occidental, va al grano y explica bastante bien mucha de la parafernalia y esoterismo que rodea a algo tan simple como meditar, bueno para aquellos con mente pragmática que quieran iniciarse y olvidarse de un exceso de “florituras” espirituales.

- Katsuki Sekida. Za Zen. Ed. Kairós. Es un libro de introducción al budismo zen, pero la primera mitad del libro se centra en la técnica zen de meditación basada en la concentración en la respiración.

- Jiddu Krishnamurti. La mente en meditación. Ed. Kairós. Es una selección de textos breves de toda la obra de Krishnamurti referidos a la meditación.  Considero que es un texto para aquellos ya familiarizados con el tema, algunos de sus comentarios son de difícil comprensión en otro caso.

Finalmente, y respondiendo a mi pregunta, no he encontrado ningún artículo que haya estudiado la relación entre la meditación y las arritmias. Desconozco por ejemplo hasta que punto la meditación por personas con bajas pulsaciones pueden verse favorecidas o no por esta práctica, pero intuitivamente encuentro bienestar en la meditación, asi que, hasta que no me demuestren lo contrario, seguiré practicándola.


martes, 26 de marzo de 2013

Fibrilación auricular hereditaria

Hace unos meses, navegando por la red, me encontre un comentario de un artículo que he incluido en este post. El tema es interesante, puede que ciertas formas de fibrilación sean hereditarias. Es muy posible que ciertas mutaciones afecten a los procesos electrofisiólógicos del corazón y por tanto puedan heredarse. Este artículo me recordó que mi padre sufrió fibrilación auricular y murió consecuencia de los efectos de los micro y macro-ictus que sufrió en sus ultimos 10 años. Su hermano, pocos años mayor que el, murió tambien un año mas tarde habiendo sufrido ictus, y el padre de ambos, mi abuelo, murió de "trombosis", probablemente cerebral. En la Guia clinica para el manejo de la Fibrilacion Auricular y en algún otro artículo que recuerdo haber visto, se indica que la aparición de la FA a edades jóvenes suele estar relacionada con la presencia de mutaciones genéticas. Puede que un día me decida a hacerme una prueba genética para comprobarlo, otra cosa es que realmente se conozcan todas las mutaciones que pudieran estar relacionadas con la enfermedad, si es que la mia fuese realmente hereditaria.
Esto abre una interesante cuestión sobre la posible epigenética de la enfermedad, una de las preguntas que primero me vienen a la cabeza: ¿puede que ante ciertos estímulos como el estrés se produzca la expresión precoz de genes mutados en las personas portadoras?


Artículo tomado de:


http://www.unidadarritmias.org/category/patologias/fibrilacion-auricular/




Investigadores descubrieron una mutación genética que ocasiona caos en la activación eléctrica del músculo cardíaco y fibrilación auricular, una alteración común del ritmo cardíaco que afecta a millones de personas. 

"El descubrimiento subraya la importancia de la herencia en la susceptibilidad para la fibrilación auricular", explica el Dr. Timothy M. Olson, director de un laboratorio de genética. "Identificar una nueva base molecular para la fibrilación auricular constituye un paso crucial hacia la personalización del diagnóstico y el tratamiento de la arritmia", añade el Dr. Andre Terzic. 
 
El estudio ofrece una nueva perspectiva de un mecanismo en el corazón humano no reconocido anteriormente como de inestabilidad eléctrica. 

El equipo de la clínica es el primero en identificar una mutación genética específica del gen KCNA5 del canal de iones, hecho que deriva en una condición que genera la enfermedad conocida como canalopatía. 

En la canalopatía, existe una anomalía en ciertos conductos diminutos de transporte de las membranas celulares. La función de estos conductos o canales es permitir, en forma selectiva, la entrada y salida de la célula a ciertas partículas cargadas; y de esa manera, llevar corrientes eléctricas dentro y fuera de la célula para regular cada latido cardíaco.

La mutación del gen KCNA5 ocasiona pérdida de la función del canal de iones específico para potasio, lo que perturba la sincronización eléctrica. Esta situación desencadena susceptibilidad para la fibrilación auricular.

La fibrilación auricular es la arritmia (latido cardíaco irregular) más común en el mundo, lo que constituye una gran epidemia de salud pública. Una persona durante su vida tiene 25 % de riesgo de desarrollar este trastorno del ritmo cardíaco; además, los pacientes con fibrilación auricular corren cinco veces más riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. La fibrilación auricular ha sido reconocida cada vez más como una enfermedad de tipo hereditario.

Mediante un análisis genético completo, la investigación identificó una mutación en el ADN de un par de hermanos con fibrilación auricular y sin factores de riesgo conocidos para la enfermedad. Esta anomalía genética no estuvo presente en el ADN de las personas que no tenían fibrilación auricular.
La mutación de la fibrilación auricular ocurrió en el gen KCNA5, el cual produce una proteína cardíaca clave llamada Kvl.5. A su vez, la pérdida de la función de la Kvl.5 ocasionó que las aurículas (cámaras superiores del corazón) fuesen más vulnerables para ritmos caóticos inducidos por estrés y fibrilación auricular.

Para validar los hallazgos, los investigadores reprodujeron a nivel de moléculas, células y organismos las características de la enfermedad y corrigieron la mutación, restaurando la corriente iónica defectuosa.
 
Los doctores Olson y Terzic, investigadores principales del estudio, señalan que este trabajo fue posible realizar gracias a los esfuerzos de un equipo multidisciplinario que integró genética humana, tecnología del ADN recombinante, electrofisiología de fijación de parche de membrana (patch-clamp) y farmacología

Referencia:


Olson TM, Alekseev AE, Liu XK, Park S, Zingman LV, Bienengraeber M, Sattiraju S, Ballew JD, Jahangir A, Terzic A. Kv1.5 channelopathy due to KCNA5 loss-of-function mutation causes human atrial fibrillation. Hum Mol Genet. 2006 Jul 15;15(14):2185-91. Epub 2006 Jun 13.