viernes, 29 de marzo de 2013

Meditación ¿servirá para las arritmias?





Cuando leí el libro Anticáncer, de Servan-Schreiber (ver entrada) en el que el autor utiliza, y justifica, la meditación como una técnica importante para el control del estrés  y de ayuda en los procesos neoplásicos, me convencí de que debía probar esta técnica, ya que podría ayudarme, sino a controlar, sí a sobrellevar mis futuros problemas con la fibrilación. Como se verá, la meditación influye en el ritmo cardiaco y en la actitud mental de enfermos, aspectos ambos muy relacionados con las causas o síntomas de la fibrilación auricular, por lo que mi interés en la técnica resultó evidente. En este post daré mi visión sobre la meditación, una visión personal fruto de mi propia experiencia y por tanto subjetiva y sesgada en aquellos comentarios no soportados por las evidencias.

Durante muchos años, sobre todo en mi época de estudiante universitario, había estado familiarizado con la filosofía budista y los textos sobre la educación de Jiddu Krishnamurti. Sin embargo, pese a las numerosas referencias a la meditación que había en mis lecturas, nunca había considerado su práctica.  Entonces, al igual que para mucha gente, meditar era lo mismo que rezar.   Meditar tiene una connotación negativa para muchos, como he podido comprobar varias veces, que la entienden como algo relacionado con sectas, control mental,  monjes orientales o religiones oscuras.

Meditar es simplemente un ejercicio mental que consiste en practicar el control de los pensamientos, evitando en lo posible que la mente divague en lo que ella quiere, forzándola continuamente hacia los pensamientos o rutina mental que nosotros queramos. De alguna forma, meditar  “es el esfuerzo de pensar en no-pensar”, aunque tampoco es exactamente así, como luego explicaré. Aparentemente  el ejercicio parece una chorrada, ahora bien, si cualquiera no iniciado lo intenta, es decir, si te sientas cómodamente en una silla, cierras los ojos para evitar distracciones y te planteas, por ejemplo, no pensar en nada durante 15 o 20 minutos, enseguida comprobarás que al cabo de muy poco tiempo, segundos o unos minutos, tu mente está pensando en algo. Para ayudarte a seguir probablemente decidas pensar en algo, por ejemplo concentrarte en la respiración (una de las técnicas más utilizadas), así que decides que tu mente se concentre en observar como inspiras, como detienes unos segundos la respiración y como espiras, y así respiración tras respiración, pero tu mente, tarde o temprano, va a irse a pensar algo diferente, entonces tu esfuerzo debe ser el de obligar que la mente vuelva al ejercicio que has decidido. Esta forma de meditar, con este u otro ejercicio similar, es la que todos practicamos cuando empezamos. 

Con el tiempo y la práctica, y sobre todo incorporando sutiles matices en la forma de ejecutarla, la meditación empieza a interiorizarse, los ejercicios cambian, y según tu fuerza de voluntad, tu sensibilidad espiritual, incluso religiosa, el esfuerzo va transformando tu mente de forma que se produce un auténtico “reset” mental cuando meditas. Lo más común es que al terminar la meditación tengas la sensación de que tu mente está mucho más tranquila y despreocupada, y eso suele acompañarse de una sensación placentera, de intensidad muy variable en cada persona.

Aunque la meditación suele estar comúnmente rodeada de connotaciones religiosas, esotéricas o incluso “sectarias” como antes comenté, la verdad es que la práctica en sí misma es neutra y objetiva, o como dice Bodian en Meditación para dummies, “no tienes que abrazar un culto ni bautizarte, ni tampoco tienes que abandonar tu vida cotidiana ni correr a un monasterio en el Himalaya. Sencillamente necesitas practicar meditación con regularidad, sin tratar de llegar a ninguna parte ni alcanzar nada”

Hay dos grandes familias de técnicas meditativas, una es la del ejemplo anterior,  basada en la concentración (concentrarse en la respiración, en una oración o “mantra”, en una imagen, etc.). La otra familia de técnicas está basada en la presencia consciente, es decir, prestando atención a todo lo que te rodea y ocurre, que en definitiva es concentrarse en lo que piensas o haces en cada momento. 

El primer grupo de métodos, el de la concentración de la mente en aspectos puntuales como la respiración o la oración, es el que más  utilizan las escuelas de origen hindú. Por poner unos ejemplos, es la técnica que utilizan los seguidores de la MeditaciónTrascendental o los seguidores de Paramahansa Yogananda,  base de los centros Ananda de meditación donde la meditación, y no los ejercicios yóguicos, es el fuerte de su actividad. Este método de meditación es el que parece dominar en grupos religiosos, donde el culto a divinidades y la creencia en la otra vida, en la reencarnación, o en prácticas esotéricas e incluso mágicas suelen ser parte importante de su liturgia. En estos métodos, el que medita debe esforzarse en mantener la concentración en un acto concreto (ej. como entra y sale el aire en la respiración) o en una imagen o un mantra, y el esfuerzo está en volver una y otra vez a dicho objetivo cada vez que la mente se despiste y piense en otra cosa.

El otro grupo de métodos, más centrados en la atención o presencia consciente de lo que rodea al que medita, es el que utilizan preferentemente  las escuelas de base budista. Un representante hindú de este método fue  Jiddu Krishnamurti, pero la mayoría de centros que se basan en la meditación zen u otras escuelas de budismo suelen utilizarla. Estas escuelas suelen tener una base importante de ateísmo y sus métodos han hecho buenas migas con la psicología occidental, más laica y menos esotérica. Para esta escuela, la meditación es casi sinónimo de lo llamado “presencia plena”, que ahora se ha puesto de moda como “mindfulness”, es decir, meditar es estar totalmente concentrado en lo que se hace en cada momento y el esfuerzo mental es precisamente ese, concentrar la mente en la acción de cada momento (p.ej. si se está comiendo una fresa, concentrarse en su sabor, textura, masticación, etc., Si se está corriendo, centrarse en todo lo que se ve mientras se corre volviendo a dicha actividad cada vez que la mente se despiste en sus propios pensamientos).

Debo aclarar que la dicotomía que he establecido es una burda sobresimplificación ya que los dos métodos pueden ser empleados en mayor o menor medida tanto en las escuelas teístas como en las budistas y hay una gran diversidad de aproximaciones, variaciones, mezclas y sutilezas de interpretación en todas las escuelas de meditación, me atrevo a decir que casi tantas como profesores las imparten.

Aunque posiblemente válida para la mayoría de la gente, creo que la meditación tampoco sirve para todo el mundo. Mi sensación (totalmente subjetiva), es que hay ciertas personalidades, o patologías, para las que la meditación es una excelente herramienta y otras a las que no le sirve de nada y que no obtienen ningún beneficio. Si obviamos a aquellos a los que no les interesa nada mejorar su bienestar físico o mental, (y mucho menos espiritual, y por tanto la meditación les parezca algo tan esotérico como leer un libro), creo que aquellas personalidades muy racionales, con mentes muy organizadas, con alto nivel de concentración en su vida cotidiana, o con bajo o escaso carácter espiritual o sensibilidad, puede que no encuentren en la meditación ningún interés. Sin embargo mentalidades menos racionales, con más sensibilidad o espiritualidad, personalidades complejas, o personas con alguno de los numerosos problemas que la meditación parece ayudar a controlar, pueden utilizarla como una herramienta importante.

Insisto, no obstante, que la meditación está comúnmente rodeada de discursos espirituales, seudoespirituales religiosos y esotéricos que animan, pero también pueden desanimar, a mucha gente a practicarla. En función de las creencias, de la personalidad, y de lo que se quiera resolver, cada uno debe buscar su método y su “escuela” base, no todos los métodos  y las “parafernalias” que les rodean sirven para todo el mundo.

Se medite o no, lo cierto es que la práctica de la meditación ha demostrado durante décadas tener  efectos sobre la salud física y mental, y esos efectos han sido comprobados científicamente. Stephan Bodian (Meditación para dummies), resume algunas evidencias de los casi 600 artículos de investigación que se han publicado hasta la fecha (ver un listado de referencias en http://www.tm.org/research-on-meditation, la mayoría sobre la Meditación Trascendental).

La meditación ha demostrado científicamente tener una serie de beneficios fisiológicos:

- Disminución del ritmo cardiaco: Los estudios demuestran que el ritmo cardiaco disminuye  durante la meditación ente 2-3 y 15 latidos por minuto, siendo mayor en meditadores expertos. Al mismo tiempo el rendimiento cardiaco aumenta hasta el 15%.
- Disminución de la presión sanguínea (control de la hipertensión). La presión sistólica disminuye de forma regular hasta en 25 mmHg (en individuos normales o moderadamente hipertensos)
- Mejor capacidad para recuperarse del estrés: la meditación hace disminuir la concentración de cortisol hasta en el 25% en los practicantes expertos y de lactato hasta en el 33%
- Cambios en las ondas cerebrales (disminución de las ondas beta, asociadas con el pensamiento) y aumento de las alfa, delta y gamma (relacionadas con la relajación profunda y mayor actividad mental)
- Mayor sincronización de los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro (mayor creatividad y velocidad de pensamiento)
- Disminución de ataques cardiacos  y mayor longevidad: Los practicantes de meditación viven por término medio ocho años más que quienes no la practican, con el 30% menos de fallos cardiacos y el 50% menos de muertes por cáncer.
- Reducción de niveles de colesterol: se reduce la concentración de colesterol sérico hasta en 30 mg/dL.
- Disminución del consumo de energía y de la necesidad de oxígeno: la meditación reduce hasta el 55% el consumo de oxígeno, reduce la eliminación de dióxido de carbono hasta en un 50% y la frecuencia respiratoria de 14-16 respiraciones por minuto hasta tan solo 1-2.
- Menores gastos médicos: los meditadores tienen un 74% menos de hospitalizaciones, el 55% menos de visitas ambulatorias y el 63% menos de gastos médicos respecto de grupos control no meditadores.
- Aumento de la materia gris en las regiones asociadas con la atención, la memoria, gestión del estrés, empatía e integración emocional, y reduce la amígdala, foco del estrés y la ansiedad en el cerebro.
- Reducción de la activación del dolor. El cerebro de los meditadores registra menos sensación de dolor y lo procesa de una forma que lo hace más tolerable (reducción de un 57% de los estímulos dolorosos y de un 40% en intensidad en los grupos meditadores frente al control)
- Mejora de la conectividad cerebral y el deterioro asociado a la edad: Los meditadores tienen más fibras de materia blanca (relacionada con la conectividad cerebral) y más densas y aisladas que los no meditadores, y su deterioro con el envejecimiento era inferior.

Beneficios psicológicos:
- Más felicidad y paz mental
- Mayor goce del momento presente (incremento de la presencia plena)
- Menor volubilidad emocional, menos emociones negativas y cambios drásticos del humor.
- Relaciones sociales más armoniosas y amorosas
- Aumento de la empatía
- Creatividad y autoactualización realzadas
- Mayor sensibilidad y claridad perceptiva
- Reducción de la ansiedad aguda y crónica
- Reducción de la mente errática y fantasiosa.
- Complemento de la psicoterapia y otros enfoques en el tratamiento de la adicción.
Para iniciarse en la meditación hay una ingente cantidad de libros y recursos de todo tipo y para todos los gustos, no hay más que dirigirse en cualquier librería a las secciones de Autoayuda, Religión, Esoterismo o, menos frecuentemente, de filosofía. A mí, agnóstico, con mentalidad científica y alto grado de escepticismo, pero con acusada sensibilidad, me han resultado particularmente interesantes los siguientes (dentro de mi exiguo conocimiento sobre todo lo publicado):

- Osho  es un autor muy prolífico que tiene publicados varios libros sobre meditación, algunos son bastante “rollo” desde mi punto de vista, en uno titulado: Meditación. La primera y última libertad, por lo menos entra en las técnicas y detalles de las mismas.

- Juan Manzanera. El placer de meditar. Ed. Dharma. Más de la mitad del libro es una interesante introducción al budismo, en la segunda mitad indica diferentes métodos y prácticas de meditación.

- Stephan Bodian. Meditación para dummies. Ed. Norma. Su planteamiento es muy occidental, va al grano y explica bastante bien mucha de la parafernalia y esoterismo que rodea a algo tan simple como meditar, bueno para aquellos con mente pragmática que quieran iniciarse y olvidarse de un exceso de “florituras” espirituales.

- Katsuki Sekida. Za Zen. Ed. Kairós. Es un libro de introducción al budismo zen, pero la primera mitad del libro se centra en la técnica zen de meditación basada en la concentración en la respiración.

- Jiddu Krishnamurti. La mente en meditación. Ed. Kairós. Es una selección de textos breves de toda la obra de Krishnamurti referidos a la meditación.  Considero que es un texto para aquellos ya familiarizados con el tema, algunos de sus comentarios son de difícil comprensión en otro caso.

Finalmente, y respondiendo a mi pregunta, no he encontrado ningún artículo que haya estudiado la relación entre la meditación y las arritmias. Desconozco por ejemplo hasta que punto la meditación por personas con bajas pulsaciones pueden verse favorecidas o no por esta práctica, pero intuitivamente encuentro bienestar en la meditación, asi que, hasta que no me demuestren lo contrario, seguiré practicándola.


19 comentarios:

  1. Muy buena entrada. Yo medito desde hace unos años, desde que empecé con la FA. Una vez conseguí durante un episodio revertir a ritmo sinusual meditando. Sé que me hace bien, pero soy inconstante. Casualmente hace una semana me he iniciado en el yoga, hay quien la recomienda en casos de FA, ignoro si es con base científica.
    Felicidades por la entrada

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  2. Gracias Alex, es muy interesante tu experiencia, yo suponía que algún efecto debe tener en la FA, pero tambien creo que como la FA es compleja en sus causas puede que el éxito dependa de cada persona. En cuanto a tu falta de rutina con la meditación, tu corres frecuentemente,¿has intentado meditar mientras corres?, recuerdo que cuando yo corría a veces intentaba ir muy pendiente de todo lo que veía, como intentando absorber cada segundo que corría, sobre todo el paisaje, no lo sabía entonces pero estaba meditando, de hecho ya sabes que hay quien habla del "zen de correr". Desde que el menisco lo tengo tocado he pasado a la natación, y cuando me acuerdo hago lo mismo, intento hacer meditación consciente mientras nado, fijándome en los movimientos de pies y brazos, notando el agua, etc. es el mismo esfuerzo que cuando medito sentado, pero así intento aprovechar mejor un ejercicio que siempre me ha parecido mucho mas aburrido que correr.

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  3. Lo hago a veces y conozco el libro el "Zen de Correr" hay otros artículos interesantes sobre meditación y correr. Hay épocas en las que me resulta más fácil estar "presente" en todo lo que hago, deporte, meditación, otras veces me paso de vueltas y casi siempre aparece nuestra común amiga la FA y me pone en mi sitio. Está claro como decía una amiga a quién le ha gustado mucho tu entrada que mal no nos hará aunque cada caso de FA sea distinto

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  4. ESTIMADO CORAZON LOCO, CUANTO LLEVAS CON LA MEDITACION TRASCENDENTAL ....TE HAS CHEQUEADO ULTIMAMENTE EL CORAZON....ALGUNA MEJORIA....ESPERO QUE SI

    SALUDOS

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  5. Hola,

    Yo llevo poco tiempo, poco mas de año y medio, pero solo voy al grupo de meditación una vez a la semana. Mi grupo es un poco "esotérico" y bastante creyente, algo que no va en absoluto conmigo, pero son buena gente y nada proselitistas por lo que se les lleva bien. Pero es la razón de que no acuda más.

    La meditación, de momento, no creo que haya mejorado mi FA, pero si me ha ayudado a tener una actitud mental mucho mas relajada respecto mi enfermedad, y me ha ayudado a aceptarla mucho mejor.

    El ejercicio de la meditación es, básicamente, ser consciente de tus pensamientos y sensaciones y aprender a no dejarte dominar por ellas, sino considerarlas algo que es producto de tu mente, algo pasajero que cambiará con las horas y los días. Por tanto aprendes a separar las sensaciones de lo tu realmente eres, y eso ayuda mucho a mantener la calma, tanto en los malos como en los buenos pensamientos.

    Creo por tanto que la meditación si me está ayudando, pero es cierto que, al igual que otros deportes, no es un ejercicio que de unos resultados inmediatos.

    Meditar es el deporte de ser consciente de tus pensamientos, y eso requiere, como en cualquier otro deporte, voluntad y práctica, solo que a diferencia de otros deportes, como se trata de la mente, la inseguridad sobre si lo estamos haciendo bien o no es siempre mayor.

    En conclusión, no creo que haya mejorado mi FA, pero si ha mejorado mi capacidad para enfrentarme a los momentos pesimistas que me invaden de vez en cuando, y por tanto me está ayudando a enfrentarme y sobrellevar mejor mi enfermedad.

    saludos

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  6. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA


    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente.


    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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  7. toda enfermedad es mental borrar memorias grabadas inconcientemente o anularlas es nesesario memorias grabadas puede ser hereditario osea por parte de los genes de nuestros abuelos es como un virus que se mete en la computadora hace que no funcione la pc igual es en el cerebro hay una idea un pensamiento como se elimina un pensamiento negativo un pensamiento negatvo puede ser una creencia,.tambien y se elimina con otra creencia por eso digo que toda enfermadad es mental es una creencia que se materializa con el tiempo.

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  8. si, también coincido en que muchas enfermedades son una cuestión mental, pero también creo que debes tener la carga genética adecuada para que se evidencie la relación causa-efecto

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  9. Te agradezco mucho esta entrada. Aunque hace tiempo que la hiciste, es ahora cuando la he encontrado. Creo que es una visión y un enfoque de la meditación que comparto; quizá por eso me siento identificada.
    Espero que tus problemas de corazón sean algo menores.
    Un saludo.

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  10. Hola Poli, gracias por tu comentario. De momento la arritmia está contralada por la cirugía, no por la meditación, pero creo que todo ayuda.

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  11. Hola;

    Gracias por tu blog. Me siento menos sólo...

    Me llamo Fernando y padezco FA recurrente. El año pasado me hice la ablación y estuve un año tranquilo, hasta que volvió...

    Este mes he tenido que recurrir al antiarrítmico un par de noches, doy gracias porque revirtieron en un par de horas.

    Siempre me ha gustado correr y hacer deporte y esto me ha obligado a replantearme mis hábitos de vida. Creo que en mi caso hay una relación causa efecto que me obliga a ser extremadamente cuidadoso.

    Yo creo que estas prácticas pueden ser de ayuda para controlar la enfermedad, pero aún más importante; para aceptar la vida como se presenta y sobrellevarla con entereza.

    Como dice el Dalai Lama, "a veces que no salgan las cosas como quieres puede ser un gran golpe de suerte". Probé con la meditación y ahora estoy con el yoga...

    También he descubierto el rooibos, una bebida sin cafeína con propiedades muy interesantes. En las tiendas de té lo venden a granel, yo lo tomo con leche de avena y miel. Es un sustitutivo fantástico para el café.

    En fin mucho ánimo y de nuevo gracias por tu blog.

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    1. Gracias Fernando, no había pensado en el rooibos, lo probaré

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  12. Hola;

    En relación a esta entrada quisiera hacer mención al Nervio Errante, también llamado Nervio de la Compasión...

    La FA en mi caso acontece de noche, cuando el cuerpo se recupera ¿Por qué? Según parece porque es una FA vagotónica, llamada así por su relación con el sistema nerviosos parasimpático que inerva a los órganos a través del nervio vago.

    La función principal del sistema nervioso parasimpático es la de provocar o mantener un estado corporal de descanso o relajación tras un esfuerzo o para realizar funciones mportantes como es la digestión o el acto sexual. Actúa sobre el nivel de estrés del organismo disminuyéndolo. Realiza funciones opuestamente complementarias con respecto al sistema nervioso simpático.

    Los deportistas suelen tener hipertonía vagal. Es decir ponen a funcionar regularmente el sistema simpático y paradójicamente el sistema que más aumenta el tono es el parasimpático, el que se encarga de la recuperación ¿Curioso verdad?

    No tanto si tenemos en cuenta que si entrenas una hora al día, 23 son de recuperación.

    Pues bien; está demostrado que la respiración profunda, diafragmática y consciente que se practica tanto en meditación como en yoga, estimula el nervio vago; con ciertas particularidades: en el caso del Yoga el hecho de combinar movimientos con la respiración podría equilibrar o ajustar ambos sistemas (simpático/parasimpático) manteniendo tonificada la musculatura, y en el caso de la Meditación de tipo budista se estimularía el desarrollo de la Compasión, también relacionado con señales que transmite el nervio vago cuando nos dan un abrazo o algo nos conmueve.

    ¿Qué creéis que pasará entonces si practicamos asiduamente yoga y meditación?

    (Y si esto no funciona nos queda comer bien y practicar sexo; que si no quita la arritmia, al menos es una buena excusa…)


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  13. :-)))) muy bueno. Estoy contigo, hay que hacer meditación, yoga, comer bien, practicar sexo, y disfrutar de la vida como si nos fuésemos a morir mañana, le sirva o no a nuestra arritmia.

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  14. Hola;

    Aunque en principio la FA no duele; si causa mucha inquietud y sufrimiento emocional.

    Hace poco he leído en el libro “El Arte de la Meditación” de Matheu Ricard, cuatro métodos que los budistas utilizan para manejar el dolor.

    Me gustaría compartirlo porque creo que puede aplicarse a la FA, convirtiéndola en un objeto de meditación, cuando nos sobrevenga una crisis.

    Resumo cambio “dolor” por “FA” y adaptando el texto:

    1.- Observar la FA sin interpretarla, en un estado de plena conciencia, cómo un mero flujo de energía, sin juicios ni consideraciones de ningún tipo. Si surgen emociones o pensamientos negativos como el miedo o la desesperación, nos hacemos consciente de que su origen está en nuestra mente y volvemos a centrar nuestra atención en la FA.

    2.-Desarrollar la Compasión. Pensar en nuestro padecimiento y en todos aquellos que están pasando por una situación parecida o incluso peor. Usar nuestro sufrimiento para empatizar con ellos y extender nuestro deseo de liberación hacia ellos y aún más, hacia todos aquellos que padecen. Fortalecer el deseo de que nuestra situación nos dé sabiduría y fortaleza para ayudar a los demás.

    3.-Usar la Visualización. Imaginar que en cada respiración diafragmática consciente inhalamos un néctar benéfico y luminoso. Un fluido que envuelve cada célula del corazón, la protege y transforma las señales eléctricas en estímulos que se transmiten a todas las células de nuestro cuerpo aportando salud, serenidad y fuerza. A continuación imaginar que esa energía positiva fluye desde nosotros y llega a todos los que padecen por igual, sin merma alguna.

    4.-Observar la naturaleza de tu espíritu. Dado que la FA es un mero fenómeno energético y las emociones fluctúan en nuestra mente, lo que somos realmente, nuestro espíritu, la conciencia que sustenta nuestras emociones, se pone de manifiesto. Dejar que la FA y las emociones que nos provoca se diluyan y descansen en esta conciencia plena.

    Un poco más y casi entran ganas de tener otra FA, para practicar…

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  15. Muy interesante lo que dices, gracias por tu comentario, voy a leerme el libreo de Matthieu
    Saludos

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  16. Hola;

    “La sabiduría es como una flecha y una mente serena es el arco que la dispara” (Dalai Lama)

    He leído con detenimiento tu entrada y resumes muy bien las técnicas de meditación.

    Me gustaría señalar que aparte de la “estabilidad meditativa” que se obtiene controlando la respiración y centrando la mente en una imagen o estando intensamente presente; otra faceta que es casi más importante es el desarrollo de la “visión penetrante”.

    En occidente tenemos dos interpretaciones simplista de la palabra “meditación”; una es la de dejar la mente en blanco, que asociamos a oriente y otra que es la de reflexionar en profundidad sobre un asunto, que es la que asociamos a occidente.

    Desarrollar la “estabilidad meditativa” consiste en meditar, en sentido oriental, pero con la idea de preparar nuestra mente para desarrollar la “visión penetrante”, que es meditar, en el sentido occidental, sobre el sufrimiento y sus causas para liberarnos de él.

    (Aunque la cita introductoria no sale en él; “El Arte de la Felicidad” es un libro maravilloso del Dalai Lama que no requiere profesar ninguna religión para aportarnos sentido, te lo recomiendo encarecidamente).

    Un abrazo a todos

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  17. Muchas gracias por tu comentario, muy enriquecedor. Estoy de acuerdo contigo, tan interesante como la ayuda que la meditación me proporciona para sobrellevar mi enfermedad, lo es el de ayudar a adquirir la "visión penetrante" que comentas. Pero en mi experiencia esa visión la vas adquiriendo a medida que practicas, a medida que vas pasando del uso "instrumental" de la meditación como herramienta para sobrellevar tu enfermedad, a un objetivo en si mismo. Cuando se esta sano, esa evolución surge con cierta naturalidad, pero cuando estás enfermo es más difícil dicha transformación.

    En las entradas que estoy incorporando a este blog intento que la gente que está en mi situación vea la meditación como una posible herramienta para poder sobrellevar mejor la enfermedad y el dolor, para no dejarse vencer por la desesperanza o los pensamientos negativos. Ojala que muchos se inicien en esta técnica y puedan profundizar en el resto de aspectos que la meditación puede aportar, como los que aquí comentas.

    No obstante, hay un aspecto que todavía no he mencionado y que creo importante en la meditación, y es el de la influencia del maestro. Se puede practicar la meditación individualmente, pero llegado a cierto nivel, la interacción con un buen maestro es de una gran ayuda. El problema es que los buenos maestros son muy escasos, en la mayoría de los casos hay una gran superficialidad, hay mucho más continente y apariencia que auténtico contenido, y eso, creo yo, es una gran limitación.

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  18. Víctor de Argentina23 de noviembre de 2016, 5:13

    Gracias por vuestra ayuda, yo hace 3 años que estoy con FA esta semana empecé con respiración y sanacion pranica, después les cuento

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