sábado, 27 de abril de 2013

Olvidarse de la enfermedad



Llevo tiempo dándome cuenta de que es necesario olvidarse de la enfermedad para vivir plenamente el tiempo, aunque también me doy cuenta de que tampoco es el olvido total lo que necesito.

A veces me entran pensamientos muy pesimistas en los que me pregunto, ¿para qué molestarse?, ¿por qué intentar aprender cosas nuevas, o iniciar nuevos proyectos cuando probablemente no pueda disfrutarlos?, ¿para qué buscar nuevas experiencias o amistades si mi tiempo puede ser limitado?,¿para qué tanto trabajo y esfuerzo si puede que no pueda disfrutarlos en el futuro?, ¿por qué esforzarse si ya no tengo futuro, al menos no el futuro que yo esperaba?..... estos, y muchos otros pensamientos negativos  a veces me llegan a la cabeza.

Pero entonces me pregunto ¿y por qué no?, en el caso de que me quedase tan poco tiempo, ¿Por qué no aprovecharlo para hacer lo que probablemente no hubiese hecho nunca?, ¿A qué tener miedo si mi destino está tan claro?, ¿Cuánta gente ha tenido la mala suerte de planificar su vida pensando en un largo futuro y se han ido sin haber podido disfrutar ni la mitad de lo que yo he podido, y todavía puedo, disfrutar? ¿Cuantos amigos, conocidos y familiares han muerto sin haber podido vivir lo que yo estoy viviendo, y todavía podré vivir?

Pienso entonces que sólo por ellos, solo por los que se fueron antes que yo y no sabían el tiempo que les quedaba, hay que luchar contra el pesimismo. Pienso en aquellos que conocí con tantas ganas de vivir y disfrutar y que se fueron mucho antes de lo que ellos habrían querido. Pienso en los que se fueron tan jóvenes, en los que dejaron hijos, los que dejaron tantos proyectos inconclusos, pienso en todos los que conocí,  y entonces sé que mientras me quede tiempo y capacidad, mi obligación es vivir la vida, vivirla sin pensar en el tiempo que me quede, así sea un día o 40 años .

Pienso que para poder disfrutar del tiempo hay que olvidarse de la enfermedad, cuanto menos piense en ella, más plenamente viviré el momento, con mayor naturalidad y espontaneidad podré seguir teniendo proyectos, ideas y nuevas ilusiones. Sé que ella siempre estará ahí, como una espada de Damocles que desciende lenta e  inexorablemente, pero tengo que intentar que no me limite, tengo que seguir viviendo como si no estuviese enfermo. Pero también tengo que saber aprovechar la enfermedad para enriquecerme, para disfrutar mucho más, para hacer cosas que sin ella, probablemente, se hubiesen quedado en simples ensoñaciones.

Este es mi objetivo, vivir como si no estuviese enfermo, pero aprovecharme de mi enfermedad como excusa para vivir más intensamente. Obviarla, evitar que controle mi mente, pero no olvidarla, aprovecharla para sacarle todo el jugo al momento, que ella sea el lazarillo que me proteja del bordillo de la comodidad, de mi “círculo de confort”, pero en ningún caso puedo ser su súbdito. Sé que llegará el momento en el que me domine y tendré que aguantarme, pero mientras, la que me va matando será la que alimentará mi vida.

4 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu comentario, yo tengo otra enfermedad, pero me tiene en cama desde hace dos años y de momento no logro olvidarme por el dolor constante y la incapacitación. Sin embargo, ese planteamiento de vivir más intensamente es muy bueno. Espero poder lograrlo y te agradezco que lo hayas posteado.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Hola Anezka, espero que puedas lograrlo, o por lo menos que el dolor pueda ser llevadero. Muchos ánimos, ya sabes donde encontrarme.

    ResponderEliminar
  4. La fibrilacion auricular no es una enfermedad del corazon es un sintoma

    ResponderEliminar