Diez meses, este es el tiempo que he mantenido el ritmo
sinusal. Hace unas semanas he entrado de nuevo en FA y se ha confirmado en
varios ECG. Me ha hecho gracia la indicación que grababa en uno de ellos la propia
máquina del ECG: ¿p?, indicando que no detectaba la existencia de una onda p.
Pese a esta desgracia, la “ventaja” que al parecer tengo es
que, además de la patología auricular, tengo también otra patología eléctrica
en la comunicación entre el nodo auricular y el ventricular, lo que
técnicamente se llama “bloqueo AV”. Este bloqueo hace que la señal de aurícula
al ventrículo esté enlentecida y no todos los impulsos de la aurícula lleguen
al ventrículo. La consecuencia es una bradicardia, es decir un latido más lento
de lo normal.
En mi ECG se puede ver que el espacio entre dos latidos es
mayor en ciertos momentos, incluso en algunos
ECG de hace unos años se podía observar como aparecía una onda p que no
iba acompañada del resto de despolarizaciones-repolarizaciones características
de un latido (no aparecían el resto de picos de un latido normal). El espacio
entre latidos es por tanto mayor de lo normal.
La parte buena de este bloqueo AV es que el exceso de
excitación en la aurícula causado por la FA se ve frenado por el bloqueo AV,
por lo que mi ventrículo sigue latiendo a un ritmo “normal”, es decir, se
mantiene la bradicardia y no aparecen las taquicardias ventriculares tan
características de las FA.
Mi cardiólogo me propone que repitamos la
electrocardioversión con la misma estrategia que la última vez: Trangorex tres
semanas, cardioversión y mantener el Trangorex durante otras 4- 8 semanas para
estabilizar el efecto de la cardioversión.
Es una solución parcial. Está claro que el tiempo que se
mantiene el RS es cada vez menor, y que a medida que pasa el tiempo la probabilidad de éxito de una ablación disminuye.
Este aspecto lo comenté con el Dr. Merino, y tanto él como mi cardiólogo
coincidían en que, según el manual de tratamiento de la FA, la ablación sólo
está considerada cuando existe una sintomatología desarrollada que así lo
aconseje, pero mi FA es todavía oligosintomática por lo que no es lo más
adecuado (según ellos, aunque algún otro
especialista opinaba lo contrario ver entrada)
Lo que es cierto es que la intensidad de los síntomas
aumenta paulatinamente con el tiempo. Inicialmente la FA era totalmente
asintomática, yo no supe en los dos primeros años cuando entraba en FA. El año
pasado ya notaba síntomas cuando la FA llevaba ya algunos meses instalada, y
esta vez detecté claramente cuando entré en FA, la sensación de ahogo y
angustia eran muy claros. Es esperable que dicha FA se haga cada vez más
sintomática, y entonces la única solución que tenga sea la de aguantarme.
Tengo claro que cuando la sintomatología aconseje la
ablación, la probabilidad de éxito será muy baja. En las FA persistentes como
la mía, los impulsos se generan en
cualquier parte de la aurícula, con poca contribución de las venas pulmonares. En
estos casos la ablación de venas, acción
común en la ablación, no tiene éxito (ver figura de la entrada). La única solución sería destrozar la aurícula, lo que se conoce
como el método o cirugía de Mazé, que en definitiva es causar una cantidad tal
de cicatrices en la aurícula que todos los impulsos acaban siendo aislados, a
costa como digo de causar una destrucción masiva de la aurícula.
Las cardioversiones reiteradas tienen también un efecto
negativo sobre el tejido cardiaco. Someter al corazón a sucesivas
cardioversiones provoca la muerte de células de miocardio lo que acaba causando
un problema estructural que no existía previamente, lo que se suma a la patología
electrofisiológica. Como las cardioversiones no se acompañan de un análisis de troponina ultrasensible antes y después
de las mismas, no se puede saber qué grado de deterioro se está causando a cada paciente. Puede que a
algunos pacientes las cardioversiones les produzcan mayor efecto destruyendo más
células que a otros y por tanto la reiteración de dicha técnica debería ser
regulada según cada paciente. Esto es lo que yo creo, pero no soy médico y
puede que me equivoque en este razonamiento.
En conclusión, tendré
que esperar a que la cardioversión tenga éxito, aunque en este caso la duración
seguro que será menor de 10 meses. El problema es qué hacer luego, o qué hacer
si la cardioversión falla, y ante esa pregunta la única respuesta que he
obtenido es la misma: “ya veremos”.
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